
Producto de temporada
De higos a brevas
El fruto de la higuera es el higo, cuyo periodo abarca de agosto a septiembre. No obstante, existen determinadas higueras -denominadas bífedas- que producen una cosecha ‘extra’, las brevas, entre los meses de junio y julio. Este hecho, ha propiciado la expresión “De higos a brevas”.
Y la pregunta es, ¿si vienen del mismo árbol las brevas y los higos son el mismo fruto? Aunque se asemejen en su forma y aspecto, ambos frutos tienen diferencias significativas tanto en el plano biológico (ciclo de maduración) como en el organoléptico (sabor y textura).
Breve historia de la breva
En realidad, las brevas son higos ‘inmaduros’ de la temporada anterior. Es decir, aquellos que no han completado su ciclo de maduración en agosto-septiembre e ‘hibernan’ hasta los primeros calores de la temporada siguiente.
Las brevas tienen forma de pera y son oscuras (entre moradas y negras), con la piel más fina que el higo. Además, son de mayor tamaño pero menos dulces (mayor cantidad de agua), y su carne puede ir del blanco al rosa intenso o rojo.
Por su parte, los higos son pequeños y dulces, con una carne más blanca o rosácea y más aromática que la breva.
Dos frutos, mismas propiedades
A nivel nutricional, tanto los higos como las brevas comparten propiedades. Su principal característica es su gran aporte energético. Y es que, tras el agua (80%), su componente mayoritario son los hidratos de carbono (glucosa, fructosa y sacarosa).
Destaca su riqueza en vitaminas A, B1, B2, B3 y C; y minerales como magnesio (20 mg. / 100g.), potasio (270 mg.), calcio (38 mg.) y fósforo (22 mg.). Además, son digestivos porque contienen un fermento llamado cradina, y mucha fibra, lo que mejora el tránsito intestinal.
Desde el punto de vista gastronómico, las brevas son más apreciadas que los higos por su tamaño y por ser menos abundantes. No obstante, ambos admiten prácticamente las mismas elaboraciones: mermelada o tarta; como complemento o salsa para carne asada; o para elaborar pan de higos, entre otras.