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Alimentación saludable

Conejo: una carne perfecta para todo el mundo

El conejo es uno de los animales más representativos de la caza menor aunque también se cría en granjas. Dependiendo de su hábitat, sus características organolépticas serán diferentes. Así, los conejos domésticos tienen una mayor cantidad de grasa y su carne es más tierna, mientras que los conejos que viven en libertad tienen una carne más rojiza y más dura, y su contenido en grasa es menor.

La carne de conejo forma parte de la tradición gastronómica europea, siendo parte destacada de nuestra tan apreciada Dieta Mediterránea. De hecho, el conejo es un ingrediente fundamental de la cocina de ciertas regiones de España, como por ejemplo el conejo guisado, al ajillo, el arroz con conejo y caracoles, o el conejo en escabeche.

Es un alimento ideal para incluir en el menú semanal, ya que, como veremos tiene interesantes propiedades. Es una carne blanca, baja en grasa y fácil de digerir que podemos encontrar durante todo el año. Las recomendaciones actuales sugieren el consumo de tres raciones semanales de carne magra, alternando el consumo entre los distintos tipos. La carne roja debe consumirse solo de forma ocasional.

Carne de conejo: nutritiva y baja en grasa

  • Rica en proteínas de calidad: El segundo componente más abundante son proteínas, por detrás del agua. De hecho, la cantidad de este macronutriente es superior al de la media de otras carnes. Una ración de conejo cubre alrededor del 70% de las necesidades diarias de un adulto. Es un alimento a tener en cuenta en la dieta de los deportistas.
  • Bajo en grasa y colesterol: Es una opción interesante en aquellas dietas de mantenimiento de peso o de aquellas personas que necesiten llevar un control de las grasas (hipercolesterolemia o enfermedades de tipo cardiovascular).
  • Moderada en sal y purinas: La puede consumir aquellas personas que padecen hipertensión. Así mismo, es una carne que, a diferencia de las carnes rojas, tiene una baja concentración de purinas, por lo que también es apta para personas que tengan altos niveles de ácido úrico o gota.
  • Fuente de vitaminas del grupo B: Destacan la vitamina B3 (participa en el metabolismo de grasas, hidratos de carbono y proteínas) y B12 (indispensable en la formación de glóbulos rojos y regeneración de los tejidos). Las necesidades diarias de B3 están prácticamente cubiertas con una sola ración de este alimento.
  • Fuente de selenio y fósforo: El selenio es un oligoelemento (necesario en pequeñas cantidades) con gran poder antioxidante, por lo que previene el envejecimiento de los tejidos y protege frente a enfermedades degenerativas. El fósforo forma parte de la estructura de huesos y es indispensable en la formación de las membranas de las células y del tejido nervioso.

Del mismo modo, la carne de conejo es una gran opción para los más pequeños por su buena digestibilidad, fácil masticación y su alto contenido protéico. Se puede incluir en los purés de los más pequeños u ofrecérselo en pequeñas tiras limpias de huesos.

Además, es una carne deliciosa que admite infinidad de preparaciones. Puede servir de relleno, o prepararse en escabeche, confitado, en tempura, guisado, con legumbres, etc. Un ingrediente ideal para toda la familia.

  Rocío Narbaiza: Farmacéutica & Nutricionista